LA VIOLENCIA DE LA BANCA Y EL ESTADO DEL MIEDO

La banca no es solidaria, es especulativa. Su compra masiva de deuda pública ayuda a que el gobierno les maquille su forma de actuar con medidas sin contenido.
Esta "crisis" es el gran negocio para los bancos quienes se han jugado nuestro dinero en el casino de la bolsa y cuando se han arruinado, les han regalado nuestro dinero y ahora nosotros a pagar la crisis con los recortes.
Y si se te ocurre protestar el gobierno de Rajoy recurre al estado de miedo, ejercicio de amedrentamiento, escalada de tensión, alarma social... sería considerado como un delito de atentado a la autoridad la resistencia pasiva, como dejó ayer claro el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Medidas represivas en reformas legislativas profundas realizadas a la ligera para transmitir miedo y controlar a los colectivos sociales y la protesta social y/o individual pacifica en una situación "violenta" generada por las finanzas y el estado.
El gobierno de Rajoy no le preocupa la "violencia" que genera sus decisiones como su reforma laboral que esclaviza al trabajador, su amnistia fiscal que deja limpio de polvo y paja a los defraudadores de hacienda o su desasistencia educativa y sanitaria que olvida su compromiso "social". El gobierno de Rajoy se encuentra en alerta ante situaciones no violentas y situaciones de resistencia pasiva ante "su autoridad antisocial". Un ejercicio de amedrentamiento que nos deja en los tiempos de la dictadura franquista donde la resistencia pacifica y pasiva era delito.
Recordamos que La resistencia pasiva o "fuerza de la verdad" era la base de la filosofía de Gandhi consistente básicamente en la desobediencia civil al gobierno británico dentro de los límites de la no - violencia. Aunque era duro para los hindúes lograr su objetivo, porque los ingleses sí actuaban violentamente organizando masacres, Gandhi ayudó a que su pueblo no perdiese la fuerza ni la esperanza ni la voluntad de obtener su independencia. Para sustentar esta resistencia pacifica Gandhi utilizó un decálogo donde se pedía cumplir con lo siguiente: decir la verdad, practicar la no-violencia, no poseer lo superfluo sólo lo necesario, ganarse la vida con el trabajo, servir al prójimo, no temer a nada ni a nadie, ...
La medida anunciada por Interior implica la represión de todo tipo de actividades de lucha y niega a los ciudadanos la posibilidad de manifestarse pacíficamente. Es un ataque directo contra los ciudadanos que vienen trabajando por los derechos sociales que tanto tiempo, sudor, esfuerzo y lagrimas han costado. Si los ciudadanos no podemos manifestarnos pacíficamente por nuestros derechos, ¿qué nos queda?.